FULL EQUIP
¿Qué mejor manera de empezar un día que haciendo un desayuno con calma y plena conciencia?
Despertar, desperezarse, asearse, hacer café, poner música, abrir ventanas, respirar y crear.
Comer sin atención es como conducir con el piloto automático: Acabas, pero no has disfrutado y ni tan siquiera has saboreado. Entiendo que a veces el trabajo nos apura demasiado. Pero los días libres, los findes, los festivos, las vacaciones o los días en los que no tenemos prisa ¡son para ir con calma!
Dejando a un lado todos los términos modernos llenos de marketing (mindfulleating, psiconutrición…) los antiguos ya nos recomendaban “bebe tu comida y mastica tu bebida”. El acto fisiológico de tragar no debería suceder de forma natural, sin ser forzado, suave, sin esfuerzo.
Pudding de chía (se deja a remojo la noche anterior: leche, cacao, miel, una cucharada de Lino molido y dos de chía) con yogur, fruta, crema de frutos secos, canela y miel cruda.
El pudding de chía es engañoso, a pesar de ser un puñado de semillas, aporta mucha energía, por lo que sí no quieres hacer una taza entera puedes hacer como yo y mezclar medio bol con yogur (desnatado o de prote) aumentando el aporte de proteínas con pocas calorías. La crema de frutos secos te aportará grasas de buena calidad. Y todo junto es una mezcla de texturas, sabores y sensaciones que te hará tener un gran día.